lunes, abril 28, 2008

Welcome to the soldier side

Me caratulan de soberbio, y lo admito, porque lo reconozco como un defecto de mi personalidad, quizás contra el que más me cuesta luchar. Considero que al reconocerlo estoy dando el primer paso para solucionarlo, es el más difícil, y lo di hace tiempo ya. Del mismo modo me han dicho tantas otras cosas, que después de pensarlo mucho decidí si eran verdades o no. Por ejemplo me hicieron darme cuenta que a veces hablo de más, o que desmerezco las cosas innecesariamente. Siempre intento evitar esas actitudes que suelo tener, para no ofender a nadie.
Todos los que me marcan los defectos tienen miles de defectos también, como cualquier otro ser humano. Solo que ellos, a diferencia de mí, no los quieren reconocer. Incluso algunos son soberbios como yo, y se enojan cuando se los digo. Pero claro, siempre es más simple mostrarle sus errores a los otros que ver los nuestros, y hacer algo por cambiarlos.

Somos lo que hacemos.
Pero mucho más somos lo que hacemos para dejar de ser lo que somos.


PD: Mezclé a Galeano y al Che, no sé si alguno habrá dicho esa frase de esa manera, pero así me gusta a mí.

PD2: Miren qué linda que está mi hermana!

martes, abril 22, 2008

Pasame la botella

Anoche vi el programa "la liga" y me puse a escribir estas líneas mientras lo veía. Se trataba pura y exclusivamente del alcohol, analizándolo de manera objetiva con noteros piolas que se entendían con los pibes de entre 16 y 26 años. Uno era Matías Martin, otro el feo de CQC cuyo nombre no me acuerdo, y los demás desconocidos a mi visión poco farandulera. Se notaba un aire de "tomar está mal" en cada pregunta que hacían, pero no estaba definido del todo, se esforzaban por ser objetivos, como dije antes.
Salieron a hablar con una variada gama de personajes de la noche:
- Los padres preocupados que llaman a sus hijos cada 20 minutos.
- Un grupo de vagos nike 90, que cantaban hoy me mamo, y hablaban del alcohol como lo más bello que les dio la vida.
- Unos flacos de veintitantos años, que sentados en su sillón haciendo la previa con un vaso en la mano, se avergonzaban al contar que han salido en moto de noche mamados, conscientes de su inconsciencia.
- Un grupo de jóvenes (18-19) católicos, que salen de noche a jugar al bowling, o se juntan a disfrutar de un pictionary. Ninguno de ellos había tomado, fumado ni tenido sexo jamás (vaya combo, no?).
- Unas mujeres de esas que usan varios piercings y remeras de colores, que defefendían su dignidad diciendo que jamás tuvieron sexo con alguien que recién conocieran, estuvieran alcoholizadas o no.
- Otras que se acusaban entre ellas de peteras, demostrando la veracidad de las acusaciones con risas entre dientes, como si fueran tímidas. No habían tomado ni una gota.
El alcohol se asocia con el sexo en las noches de parranda. Por eso de la desinhibición: los hombres tienen menos miedo de encarar y las mujeres el sí más fácil. Comprobado empíricamente, pero hay casos y casos, lógico.
Así como desinhibe, el alcohol pone violento a más de uno, transformando un pibe cualquiera en un peligro para todo el que se lo cruce.
Según un informe científico que citó el notero, el consumo de alcohol tiene cuatro fases. Te desinhibe, luego te pone violento. En tercera instancia actúa como catalizador, resaltando las cualidades personales. Es decir, si uno es melancólico, andará llorando por los rincones, y si es violento, se pondrá aún peor. Finalmente, causa somnolencia, como es sabido por todos. La reacción depende de la persona, algunos se agarran a trompadas con el primero que se cruzan, otras se descontrolan y terminan haciendo cualquier cosa por un trago.
No cabe duda de que es un arma de doble filo, puede llevarte a la euforia total, o a una esquina con ganas de vomitar. Como siempre, me parece que los extremos son algo malo. No creo que sea lo indicado emborracharse como loco todos los sábados, ni tampoco me parece sensato vivir una vida tan poco experimental como los de la acción católica. Digo, la vida está para vivirla, no?
Lo habrán deducido, pero más de una vez me mamé, y es una experiencia que prefiero no repetir. Sin embargo, tomo porque me gusta. Me gustan varias bebidas alcohólicas y disfruto de ese estado de excitación eufórica que producen, sin la necesidad de llegar al extremo. Basta con conocer las propias limitaciones. Me llevó un tiempo, lógico, pero aprendí hasta dónde puedo tomar, cómo tomar responsablemente, cuándo tomar y cuándo no.
Hace mucho que aprendí a controlarme, y puedo disfrutar de esta "droga social" sin problemas. Incluso compartir tragos con mi abuelo y con amigos, como un simple placer más, como debería ser.

PD: Cerrado el círculo se ha, mi jóven padawan. El abuelo subió su primera entrada, a sus 75 años, está hecho un pibe. Todos los que quieran verla, son bienvenidos en genealógico.

viernes, abril 18, 2008

Mejor... Imposible!

Primero que nada, mil gracias a los que me saludaron por mi cumpleaños.
Después: estoy bajo el leve efecto de un cuba libre, mi trago favorito, el primero perfectamente legal de toda mi vida, además tengo el sopor digno de quien tuvo un día agitado, asique perdonen imperfecciones de este texto. Todavía hay algunas serpentinas, muchos "muertos" y bastante quilombo abajo, ¿Pero a quién le importa?

Hoy me desperté cinco veces, negándome rotundamente al estudio y leyendo mensajes varios de feliz cumple. Finalmente, fui a la facultad y rendí humanística A, nada grave, creo que apruebo.
Una mañana tranquila, terminamos de rendir a las 12 y media, y estuvimos haciendo tiempo (ping pong y metegol) hasta las 4 de la tarde, horario en que se hizo la revisión del examen de química A. ¿Y saben qué? ¡Me saqué 87! Eso significa que con la mínima nota de 40 en el segundo parcial, promocioné la materia. Rebosante de gloria académica, fui a lo de mi cuñada para encontrarme con ella y mi hermano. Un día normal, hasta ahí, tal como había sido planeado. Excepto por eso de recibir muchísimos mensajes de feliz cumple, correctamente agradecidos todos. De todos excepto de mi mejor amiga. Nos fuimos los tres al ciber a jugar al Battlefield, diversión común entre Nahue y yo cuando estamos al pedo. Tres horas jugamos, porque mi hermano tenía muchas ganas de jugar. A eso de las 9 de la noche decidimos irnos los tres a casa para ver una peli tranquilos y dormir mucho. Una hora más perdimos buscando las llaves que Nahue perdió y viajando en micro, yo todavía con la mochila de la facultad, desde la mañana que no volvía a casa.
Qué va que cuando llegamos mi cuñada, mi hermano y yo a mi casa escucho corridas en la planta alta, que al ser de madera se escuchan desde la vereda. Imagino que están los amigos de mis hermanos menores, nada raro. Entro a casa después de lidiar con la llave que mi vieja dejó mal puesta del lado de adentro, y veo todo apagado. Mi hermano y mi cuñada se besan. Mientras les digo "dejen de apretar pelotudos" pienso en años anteriores, en los que mi vieja apaga la luz y cuando la prende están los 4 integrantes de mi familia cantando alegremente "feliz cumpleaños" con una torta de crema y frutilla, mi favorita, entonces me adelanto para recibir el agasajo.
Sin embargo, cuando me acerco a la puerta veo a mi segundo padre, Jo, levantando un nenito y escondiéndose. Abro la puerta y caen sobre mí las serpentinas, se escucha un atronador "feliz cumpleaños" de muchas voces, y a partir de ahí todo es euforia. Recuerdo que vi venir a Mari, mi mejor amiga, corriendo como un rayo a abrazarme, como si hubiera estado esperando ese momento todo el día. Y también al Pocho, asomándose desde atrás del sillón, con un vaso de cerveza en la mano y la firme intención de hacerme sentir querido. La cara de More, que estaba como fuera de contexto, un compañero de la facultad que nada tiene que ver con el rústico estilo de mi casa, pero estaba ahí, lo creyera o no, porque es copado. Los chicos del colegio, juntos comiendo pizza, esperándome tranquilamente. Euge, ahí sentada obligada por sus sentimientos, y no por otra cosa. Todos, todos estaban ahí con el único objetivo de hacerme feliz a mí. Repartí como 30 abrazos, tantos como personas había, y el más lindo fue con mi hermano, que nos peleamos hace una semana, y hoy me hizo esto, para demostrarme que a pesar de todo es mi hermano, y es un gran tipo.
Disfruté de una noche maravillosa, entre tragos, amigos, charlas, llamadas y mensajes. Feliz, simplemente. Nunca creí que le importara a tanta gente lo suficiente como para tomarse tantas molestias por mí, realmente me sorprendieron.
Ahora ya no queda nadie, pero tuvimos tiempo de organizar una salida para mañana con mis amigos, y hace rato que está organizada la del sábado con la parte paterna de la familia, y también la del domingo con la parte materna.
En fin, estoy emocionadísimo, llorando de felicidad, no es para menos.
Igual, 18 años no se cumplen todos los días. Mi cumpleaños no terminó hoy, mi cumpleaños termina el domingo, es un cumple de varios días, como los de los gitanos.
Porque esto señores, esto recién empieza.

domingo, abril 13, 2008

Tengo una excusa


Todavía no rendí ni uno de los tres parciales, pero la Dolores Barreiro del mundo bloguer me entregó un premio para que "me sienta aliviado con tantísimo para estudiar y me inspire", asique es un compromiso inevadible subir una entrada para hacer honor a esta mención.

Además, según leí por ahí, tengo derecho a destacar a otros "Poetas del corazón", asique acá van:

Akasha, por ser la rescatadora de animales más comprometida con sus ideales, y por lo tanto una de las más insistentes con las que me ha tocado discutir.

Amélie Poulain, porque es una verdadera poeta del corazón, basta echarle un ojo a su blog, y todo habiendo vivido tan poco.

Romivox, que derrocha dulzura. Si hasta me dedicó una entrada! Y a modo de incitación para que publique más seguido.

Sapa, bonita, para que levante ese ánimo y suba algo lindo. Amplia merecedora del premio.

Sil, que siempre transforma la más simple mención de un sentimiento en un sinfín de conjeturas acerca de lo bueno que es sentir.

Lamentablemente no tengo mucha inspiración hoy, pero voy a copiar un texto relacionado con los sentimientos que tengo en el cuaderno desde que fui al Tigre. Está incompleto porque me interrumpieron mientras escribía, pero veremos si se me ocurre cómo redondearlo.

-Tené cuidado que la lancha te tira el oleaje.
-No, qué va a tirar si es chiquita...
Tuve que poner los pies sobre el banco para no mojarme. Para los porfiados como yo el Tigre tiene esas cosas. Pero también tiene otras: faroles tenues, el ruido de las olas chocando contra el borde y la luna reflejada en el río que me recuerda de manera inevadible a Mar del Plata, y al más profundo amor. Amor que viene y que va, siguiendo las estaciones.
Estoy con gente que quiero, pero no son las personas idóneas para disfrutar semejante espectáculo. En momentos como éste me gustaría tener una novia, una mujer que ame a la que susurrarle algo dulce, que combinado con el contexto se haga mágico. Lástima que las relaciones se me hagan tan complicadas estos últimos días.
Dicen que el romanticismo está en crisis, que la gente es demasiado materialista, que los hombres no tenemos sentimientos y nos espantamos con los compromisos. Pero si ese rincón del Tigre sigue siendo así y no se transformó en un shopping, es porque hay muchos románticos que lo siguen aprovechando. Entonces no todo está perdido.

miércoles, abril 09, 2008

Aviso

Este blog y su autor estarán taciturnos, con intervenciones esporádicas y aproximándose vertiginosamente a la inactividad total debido al inminente advenimiento de los siempre temidos parciales.
Gracias por su atención y que tenga un buen día.