miércoles, marzo 11, 2009

El gato de Schrödinger

Cuando se habla de el "gato de Schrödinger" se está haciendo referencia a una paradoja que surge de un célebre experimento imaginario propuesto por Erwin Schrödinger en el año 1937 para ilustrar las diferencias entre interacción y medida en el campo de la mecánica cuántica.

El experimento mental consiste en imaginar a un gato metido dentro de una caja que también contiene un curioso y peligroso dispositivo. Este dispositivo está formado por una ampolla de vidrio que contiene un veneno muy volátil y por un martillo sujeto sobre la ampolla de forma que si cae sobre ella la rompe y se escapa el veneno con lo que el gato moriría. El martillo está conectado a un mecanismo detector de partículas alfa; si llega una partícula alfa el martillo cae rompiendo la ampolla con lo que el gato muere, por el contrario, si no llega no ocurre nada y el gato continua vivo.

Cuando todo el dispositivo está preparado, se realiza el experimento. Al lado del detector se sitúa un átomo radiactivo con unas determinadas características: tiene un 50% de probabilidades de emitir una partícula alfa en una hora. Evidentemente, al cabo de una hora habrá ocurrido uno de los dos sucesos posibles: el átomo ha emitido una partícula alfa o no la ha emitido (la probabilidad de que ocurra una cosa o la otra es la misma). Como resultado de la interacción, en el interior de la caja, el gato está vivo o está muerto. Pero no podemos saberlo si no la abrimos para comprobarlo.

Si lo que ocurre en el interior de la caja lo intentamos describir aplicando las leyes de la mecánica cuántica, llegamos a una conclusión muy extraña. El gato vendrá descrito por una función de onda extremadamente compleja resultado de la superposición de dos estados combinados al cincuenta por ciento: "gato vivo" y "gato muerto". Es decir, aplicando el formalismo cuántico, el gato estaría a la vez vivo y muerto; se trataría de dos estados indistinguibles.

La única forma de averiguar qué ha ocurrido con el gato es realizar una medida: abrir la caja y mirar dentro. En unos casos nos encontraremos al gato vivo y en otros muerto. Pero, ¿qué ha ocurrido? Al realizar la medida, el observador interactúa con el sistema y lo altera, rompe la superposición de estados y el sistema se decanta por uno de sus dos estados posibles.

El sentido común nos indica que el gato no puede estar vivo y muerto a la vez. Pero la mecánica cuántica dice que mientras nadie mire en el interior de la caja el gato se encuentra en una superposición de los dos estados: vivo y muerto.

19 comentarios:

Akasha! dijo...

Guille! que placer volver a leerte, bienvenido :)
Estoy leyendo unas cosas similares para la facultad, me quede pensando en ese estado indefinido...tomado desde la fisica cuantica, es muy muy similar a algunos conceptos de psicologia, sobre la inacababilidad (palabra larga y dificil de pronunciar sin arrugar la nariz, je) de la existencia humana.
Lindo post. Lindo regreso. Hola Guille :)

Guille dijo...

Hola señorita. Qué tal su vida?
Intenté que se entendiera como metáfora, en el sentido de que lo interesante es ABRIR la caja, ver qué es lo que pasó. Si lo pensás filosóficamente, viene destinista la cuestión. El gato está vivo o muerto, no importa lo que hagas afuera. Cuándo lo ves, es tu decisión.

Azu dijo...

Al fin alguien lo explicó! Yo vi ese capítulo de "The big bang theory" y cuando dieron ese ejemplo no entendía nada.
Pero, si se abre la caja se modifica el sistema y no se ve lo que en realidad ocurrió cuando la caja estaba cerrada, sino cuando se abrió... complicado pero interesante.

Ari dijo...

Hoolaaa. Ya había entrado resignada a no encontrar nada nuevo y... mirá!! Welcome back.-

m. dijo...

así pasa con varias teorías no? el de la tortuga y aquiles, por ejemplo. Es decir, la física, y esas cosas difíciles, son teorías que parece que explican la realidad pero en realidad no, no?

qué hacés guille, tanto tiempo, las vacaciones bien?

Guille dijo...

una maravilla. acá, retomando la vida rutinaria. vos?

.daNi MiraNda. dijo...

que bueno que volviste!

me encanto el post...aunque no se si lo comprendi del todo...

no se, me hizo pensar en todas las cosas que siempre teorizo y analizo, aun pudiendo obtener una respuesta directa, pero sin hacerlo por miedo a que no sea el resultado esperado.
digo, se me viene la imagen de una persona caminando con la caja en las manos, sin saber que hay adentro pero decidiendo estar feliz porque tiene un gato MEDIO VIVO.
y eso nunca puede pasar, o no? o tenes un gato vivo, o tenes uno muerto, hacete cargo!
bue, cada loco con su tema, no?pero abri una de esas cajas hace poco y te digo que los gatos muertos impresionan.

pff.

perdon, espero que tu libro de visitas no sea a prueba de delires.

cibersaludos, dos.

Guille dijo...

ojalá todos escribieran como vos, miranda.
la cuestión básicamente está en eso que decís. Si llevás la caja entre tus manos tenés un gato medio vivo y medio muerto. Pero todos sabemos que es mejor tener un gato MEDIO VIVO antes que uno TOTALMENTE MUERTO! Ah, es el riesgo, mon cherrie, el bellísimo arte de tirarse a la pileta sin saber si tiene agua o no.

m. dijo...

no sé guille, no sé, prefiero el muerto poruqe ya está puedo dar vuelta la página, si está medio vivo estoy esperando que se muera y estoy hipotecando la esperanza, no sé.

Belo dijo...

volviste!
en forma de fichas!
nah.
y con filosofia.
te amo.
no, tampoco.

Guille dijo...

ahora que me detengo a pensarlo, las extrañaba.

de dónde viene el "en forma de fichas"? me suena muchísimo!

tenés un buen punto m

Amélie Poulain dijo...

Jajaja idem Ari, entré de casualidad (o por una causalidad), y me encontré que reviviste este espacio de reflexión. Genial! Es muy interesante, lo tuve que leer dos veces para comprender lo abarcativo de la paradoja.
Hay que determinar si la caja que se posee es de uno, y tiene derecho a abrirla, además de la curiosidad que tenga. Y si fuera así (o no) se debería saber a quién pertenece el gato (si es que fuera de alguien) porque al abrir la caja existen un cincuenta por ciento de posibilidades de encontrarlo muerto, y no sería del todo agradable si es una persona impresionable. Jajaja, todas son buenas excusas para no leer el Código Civil. Un abrazo Gui, y un gusto verte de nuevo planteando este estilo de dilemas! Dónde lo leíste? Me gustaría saber.

Anónimo dijo...

Qué interesante, cuéntamelo todo... :P

Florencia dijo...

Jaja gracias, muy amable. ¡¿Por qué tantas etiquetas?!

MUGATU dijo...

wow, es mucho para mi,... apenas estoy en mi senior year del colegio :$ haha

Hada de Luna ♥ dijo...

Ya había leído, pero estoy vaga para los comentarios (como habrás notado...)

A mi, quizás delirios mios, me remite a los riesgos que implica la libertad de elegir, es jugarse al resultado, sea "el gato vivo o muerto" pero animarse a buscar una respuesta y bancarse las consecuencias, aún cuando no sean las deseadas;

Y el no abrir la caja me hace pensar en la comodidad del "como si" y así, vivir, andar por la vida en base a una ilusión de lo que podría ser...vivir en una farsa, pero "resguardados" de cualquier situación que pueda impresionarnos.

Lo loco, es que por ese miedo a abrir la caja, se niegan la posibilidad de que allí esté el gato vivo...¿no?

Quizás nada que ver,pero viste me cuelgo...jaja, vos despuès me decís :)

Besotes y se te extrañaba muchooo.

Guille dijo...

Amélie y Sil representaron exactamente las dos opiniones que quería encontrar cuando hice el posteo:

-El miedo a abrir la caja.
-La seguridad de que debe ser abrierta.

KAZ dijo...

Uh, este es uno de esos posts en que temo caer bajo diciendo cualquier cosa...

Pero bueno, de algún modo ya lo estoy haciendo ;)

Abrazo che, está bueno que hayas vuelto.

JuanM dijo...

No soy físico, pero igual me resulta algo extraño ese tema del formalismo cuántico, que como resultado deja una conclusión ambigua y contradictoria.

En fin....
Yo abro la caja y me la banco.

jUaNm