miércoles, julio 29, 2009

El derecho a la alegría

Son cosas chiquitas. No acaban con la pobreza, no nos sacan del subdesarrollo, no socializan los medios de producción y de cambio, no expropien las cuevas de Alí Babá... Pero quizá desencadenen la alegría de hacer, y la traduzcan en actos. Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable.

El país gris, el país triste, habla un lenguaje calandraca. Es el lenguaje de la impotencia nacional, típico de los tiempos de desaliento que han seguido a los años del terror. Estamos todos aburridos de escuchar consignas y discursos que masturban a los muertos. La energía creadora se desarrolla haciendo, y haciendo juntos. La militancia juvenil no languidece por falta de ganas, sino por falta de acción. ¿Hasta cuándo vamos a seguir ofreciendo tristeza a los tristes? ¿Hasta cuándo vamos a seguir vendiendo arena en el desierto?

Eduardo Galeano

jueves, julio 16, 2009

It's happening

¿Qué diría la gente, recortada y vacía,
si un día fortuito, por ultra fantasía,
me tiñera el cabello de plateado y violeta,
usara pelo griego, cambiara la peineta
por cintillo de flores: miosotis o jazmines,
cantara por las calles al compás de violines,
o dijera mi verso recorriendo las plazas
libertado mi gusto de mortales mordazas?

¿Irían a mirarme temblando en las aceras?
¿Me quemarían como quemaron hechiceras?
¿Rogarían en coro, escuchando la misa?
En verdad que pensarlo me da un poco de risa.

Alfonsina Storni