Estaba sentado en la plaza San Martín, en mi banco favorito, leyendo el diario.
Tenía las piernas apoyadas en Rosita, de vez en cuando veía la gente pasar, de vez en cuando miraba el cielo, de vez en cuando cambiaba y leía un libro, o una fotocopia, para no agobiarme siempre con la misma lectura.
Es increíble lo mucho que me divierte hacer lindas introducciones, aunque lo que vaya a escribir sea una basura interespacial y, en ocasiones, sea incluso menos elaborado que el mismísimo prefacio.
De repente oigo a mis espaldas una grave vociferación, que inmediatamente me hace pensar en una disputa. Sin embargo, no hay réplica alguna. Su interlocutor/a estará apenado/a y no querrá contestar, pensará el azuzado lector, de la misma manera que lo pensé yo. Pues no, bastó que girara la cabeza lo suficiente como para ver de reojo que el vociferador mantenía una acalorada conversación con alguien, pero a través del celular.
Ahora, qué tiene esto de interesante? Acá viene lo bueno. El hombre, alto, rubio y bien vestido, le reclamaba a una mujer (o a un hombre, vaya uno a saber) que no lo llamara ni le mandara más mensajes. La frase cabecera, siempre hay una, era "no quiero estar tranquilo en mi casa y que me llegue un mensaje tuyo". Le requería, además, que se alejara de su vida, que no le importaban los nueve años, ahora solo quería dedicarse a su hijo y, claro está, a su mujer.
Delicias de la vida cotidiana, decía un genio.
Basta sentarse una hora en un lugar público para entrar en contacto con lo más fantástico de nuestra sociedad, es decir, su desarrollo.
Llámenme entrometido si quieren, pero no creí que estuviera mal escuchar. Al fin y al cabo, yo estaba ahí sentado antes que él, no me iba a ir porque se pusiera a gritar, y mi concentración en la lectura ya estaba rota. Tampoco iba a intervenir, está claro, soy curioso pero discreto.
Lo mejor de todo, es imaginarse la situación, conociendo apenas unos pocos detalles. Cómo será la mujer? Qué trabajo tendrá él? Dónde vivirá?
Mi teoría, siempre tengo una, es que su mujer quedó embarazada. El blondo caballero estuvo manteniendo relaciones paralelas con otra persona, pero al dejar a su esposa encinta decidió cortar por lo sano y dedicarse enteramente a su vida familiar. Me conmueve de solo pensarlo, no puedo verlo a él como el victimario, aunque tampoco pretendo llevarlo al puesto de mártir.
Mi imaginación se activa de manera similar cuando veo agua saliendo por debajo de una puerta, sin ver a la persona que la impulsa, pero ya hablaré al respecto. Por lo pronto, me quedo con esta maravillosa muestra de fidelidad, o infidelidad, no estoy seguro.
Queda demostrado que para encontrarse con la vida, hay que salir al sol.
lunes, abril 13, 2009
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10 comentarios:
el día que logre escribir historias que me interesen sin ser yo el protagonista, habré dado un paso inmenso hacia la escritura que tengo como objetivo
el blondo tenia que tomar esa decision, asi ves como la gente madura de golpe... los chicos hacen que queramos ser mejores.
Me causó mucho la parte de 'soy curioso pero discreto'. Me robaste una sonrisa en este día tan detestable.
Siempre pensé que cada persona es un mundo, sin siquiera llegar a escuchar una palabra, con tan sólo una mirada es algo tan perceptible...
¡Dejá de decirme nazi! ¿No notás que hay cierta cuestión de comodidad? Que los comentarios me lleguen a la casilla es algo mucho más práctico, ¿me vas a decir que vos seguís usando pluma y tintero?
Tu banco preferido es el mismo que el mío?
Puf, ese paso me está costando infinidades.
Ves?
chusmaaa jajajaja
quién es rosita?
Hoy estoy de excelente humor, porque me crucé un hombre que corría como conejo (Sí! Como CONEJO!! Con las manitos para adelante, genial! Encima iba solo!) asique voy a contestar uno por uno los comentarios.
Mugatu: es realmente llamativo como la gente cambia su manera de pensar. no solo es llamativo, sino que es algo muy pero muy positivo.
flor: Me alegro por lo de la sonrisa.
A mi me fascina ver las personas por la calle (especialmente si yo estoy sentado dedicando toda mi atención a ello) e imaginarme qué será de la vida de cada uno, muchísimo más cuando dejan entrever alguna "pista" de su personalidad, como este rubio.
Te voy a seguir diciendo nazi de hobby nomás. Estás poniendo TU practicidad por sobre la mía jajaja Además... Podrías poner que te lleguen a tu mail, pero ya autorizados, y todos contentos! (se puede eso?)
La pluma y el tintero los abandoné, pero los pergaminos me dan cierta nostalgia que me impide deshacerme de ellos.
Eri: Depende. Si tu banco preferido es verde, tiene sombra todo el día, es el primero a la izquierda mirando para la casa de gobierno desde el monumento de O'Higgins, tiene corriente de aire casi continua y además está escrito por MI... Sí, es el mismo!
Me quedó el pelado a destiempo, odio cuando me pasa eso.
Yo sabía que alguien me iba a decir chusma, qué bueno que fuiste vos y no alguien cuya opinión realmente me importe jajaja
Rosita es mi bicicleta.
Me encantó tu relato... Y lo de escribir en primera persona suele pasar...
Besos
Lo que no sabés vos es qué pensaba el blondo cuando te miraba: "este pendejo chusma que me está escuchando, ojalá tenga novia así me la abrocho también y después escucha nuestras conversaciones, imaginando qué pasó" (sí, yo también observo esas cosas pero se me ocurren hipótesis más descabelladas).
no solo hay que salir al sol sino que tambien hay que estar atento...
ta bueno que la anecdota del dia provenga de una conversacion ajena. aparte creo que yo tb me hubiese imaginado toda la situacion del pobre hombre..
ahora.. que se joda por pelotudo...
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