Un maestro mandó a llamar a seis sabios que eran ciegos,para que describieran lo que tocaban. Aquello era un elefante, pero los hombres sólo descubrían partes de su cuerpo e intentaban definir qué era lo que percibía su tacto. Uno de ellos, tocando la oreja del animal, dijo que era un abanico. Otro, al entrar en contacto con la trompa, afirmaba que era una serpiente. El tercer ciego tanteó el pie del elefante y, por supuesto, era una pared. El cuarto hombre pensó que la cola del animal que lo había rozado, era una cuerda; el siguiente, que uno de sus dos colmillos era una lanza. De la misma manera, el último ciego creyó que la rodilla era un árbol.
En primer lugar, la sabiduría no existe, ya que se lo define como "conocimiento absoluto", es decir, una facultad utópica.
Segundo, una persona no puede afirmar de qué se trata un objeto sin conocerlo en su totalidad.
Tercero y último: es importante, hasta necesario, ser concientes de que existen posturas diferentes a la nuestra (que no son mejores ni peores) y que siempre hay algo más que descubrir. No seamos ciegos.
jueves, mayo 14, 2009
La trompa re loca
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
apoyo lo que decis pero avecees es dificil ceder ante la posicion del otro.
Ppfff, postmoderno...
Publicar un comentario